Un antiguo cuento árabe nos habla de un joven discípulo que va en busca del sabio filósofo de quien recibe enseñanzas y le dice:
— ¡Maestro, un amigo estuvo hablando de ti con malevolencia!
— ¡Espera! —Lo interrumpe el filósofo— ¿Has hecho pasar por las tres rejas lo que vas a contarme?
— ¿Las tres rejas? —Pregunta el joven.
— Sí. La primera es la verdad. ¿Estás seguro de que lo que quieres decirme es absolutamente cierto?
— No, maestro. Lo oí comentar a unos vecinos.
— Al menos lo habrás hecho pasar por la segunda reja, que es la bondad. Eso que deseas decirme, ¿es bueno para alguien?
— No maestro, en realidad, no. Al contrario.
— Ah, bien. La última reja es la necesidad. ¿Es realmente necesario hacerme saber eso que tanto te inquieta?
— A decir verdad, no.
—Entonces, —dijo el sabio sonriendo— si no es verdad, ni bueno, ni necesario, sepultémoslo en el olvido.
Seguir leyendo en Diario de Ibiza