
«Siempre nos quedará París» nunca se pronunció en «Casablanca». Tampoco «Tócala otra vez, Sam», que sí se dijo en «Sueños de un seductor» de Woody Allen. Sin embargo, muchos de nosotros la hemos incorporado a nuestra memoria colectiva.
El rodaje nunca pisó Marruecos pero la demanda de turistas ávidos de hacerse una foto en el Ricks logró que, por supuesto, abrieran uno.
Tampoco Bogart debía interpretar el papel, que estaba pensado para Ronald Reagan.
Ni era real aquella química entre los dos protagonistas que, presionados por los celos de la mujer de Bogart, apenas se dirigieron la palabra en todo el rodaje. Además, la diferencia de altura era tal (Bergman era más alta) que obligaba a trampear la escenas con cuñas y plataformas. Aún más, la escena del avión, donde los figurantes eran enanos para simular que estaban lejos.
Sam debía ser interpretado por Ella Fitgerald y no por Doolew Wilson, quién era batería y cantante, pero no sabía tocar el piano. Sin embargo, logró que incorporemos a esa memoria colectiva «As time goes by» en esa voz ronca. Por cierto, el director de la banda sonora no quería incluir la canción que imponía la Warner. La detestaba.
You must remember this
A kiss is just a kiss
A sigh is just a sigh
The fundamental things apply
As time goes by…