
Los juzgados de Violencia sobre la Mujer han registrado un descenso espectacular de las denuncias desde que se decretó el estado de alarma, con cifras que oscilan entre un 20 y un 70% menos. De hecho, aunque llevamos el mismo número de fallecidas que hace un año por las mismas fechas, las mujeres asesinadas a manos de sus parejas han sido «solo» dos desde que se decretara el estado de alarma. Un tercer caso sigue en investigación. En el mismo período de 2019 asesinaron a 7.
Si bien es cierto que muchas de estas denuncias corresponden habitualmente a quebrantamientos de condena, o de órdenes de protección, que ahora se han visto dificultadas por el confinamiento y que, además, para el maltratador, este estado es idóneo para ejercer el ansiado dominio y control sobre la pareja, que ve mermadas al mínimo las opciones de escapar. Aún así, quien vea en estas cifras una buena noticia, que preste atención a estas otras: las llamadas al 016, la línea de atención a las víctimas de violencia machista, aumentaron en un 47,4% entre el 1 y el 15 de abril –últimas cifras publicadas–, en comparación al mismo período del año anterior. Y las consultas online se multiplicaron en un 650%. Esta reducción de denuncias y fallecidas puede ser apenas el silencio que precede a la tormenta.