Esta mañana, conduciendo en mi ruta diaria Ibiza Santa Eulalia camino del trabajo, iba mirando, sin saber muy bien qué sentir, como empieza a cambiar la luz y el color de los campos a los lados.
“Ya es otoño”, me he recordado a regañadientes y en ese momento, como soy una conductora amable, he cedido el paso a una camioneta en un cruce que, desde la izquierda se ha colocado delante de mí.
Para mi sorpresa, llevaba un pequeño remolque y en él, algunos árboles que inmediatamente y con el movimiento, han empezado a llover hojas. Todas, todas, cayendo hacia mí…
Las veía caer sobre mi parabrisas y pensaba: “qué paradoja. El otoño frente a frente y aquí estoy, yendo despacito, despacito… tratando de que no me alcance y a nada que pueda, darle esquinazo otro poquitito más”.
Será que es lunes y es otoño y que todo así de golpe, hoy… se me antoja demasiado.
Entradas relacionadas: