Icono del sitio otro Post Data

La determinación

la determinación, otro Post Data

El 2015 fue un año crucial. Casi digo «determinante», pero no. La determinación siempre depende de uno.

La cuestión es que fue el año en que decidí, cenando sola en un restaurante en la calle Desengaño, que venía a vivir a Madrid. Que dejaba esa vida (agotadora) entre Ibiza, Mallorca y Madrid y me quedaba aquí como base.

Mi padre acababa de morir, mi hijo Mario estaba estudiando Cine, la legislatura para el equipo de gobierno para el que estaba trabajando tocaba a su fin y me tocaba comprometerme (o no) cuatro años más ¡Y soy una persona de palabra!

Yo venía muchísimo a Madrid por trabajo. Bueno, por trabajo trabajo trabajo, viajaba mucho a muchos lugares, pero Madrid era un inevitable, al menos, una vez al mes. Y trabajaba trabajaba trabajaba, pero después paseaba, me iba al teatro, a un concierto, a cenar o tomar algo (incluso como aquella noche del 2015) sola. Y ERA FELIZ. Me sentía a gusto entre todas estas calles.

Y precisamente el día de mi cumpleaños, llené mi pequeño coche hasta los topes de una vida entre islas y me instalé aquí. El día después de mi tercera mudanza ese año, en un concierto, conocí al amor de mi vida y me di cuenta (otra vez) que las determinaciones son fuerzas forjadas por cosas que quizá no entendemos hasta tiempo después, pero hay que seguirlas con la fe exacta que queremos que otros nos tengan a nosotros.

Y ahora mismo, en esta ciudad que no duerme (y yo tampoco) mi corazón late con tal fuerza, que me parecía importante compartirlo y pensé que, quizá, tal vez… Publicar solamente una foto, pudiera parecer injustamente paisaje cuando es más, mucho más. Cuando es casi todo.


Entradas relacionadas:
una ibicenca en Ibiza
de Mallorca a Ibiza
Mario va a ser director de Cine
Sam toca la guitarra
algo parecido a un corazón
Bernat, alguien te ama
el tiempo no existe
Salir de la versión móvil