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yo estuve ahí

PAH, otro Post Data, desahucios
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Yo, que no había ido a casa este fin de semana por ahorrar un poco, acabé gastándome más por asistir a la reunión en Barcelona. Es que quería, quería estar ahí. La mejor palabra que encuentro para definirlo es que, estar era IMPORTANTE.

 

Ayer se celebraba una reunión estatal de todas las PAH (Plataformas de Afectados por la Hipoteca) y era la primera vez que asistía esta recién nacida en Ibiza.

A pesar de las muchas tragedias que las hipotecas han traído de la mano estos años (y con «hipotecas» quiero decir desahucios, ese crimen intrínseco que trae consigo cada contrato hipotecario en este país), esta reunión estatal de PAH dejaba el balance positivo de las muchas victorias gigantes, inmensas, porque una historia de una familia que no acaba desahuciada jamás puede ser pequeña.

Este anuncio lo llenaba todo. De hecho, en cuanto se nombró la palabra «balance», surgió un aplauso espontáneo entre aquel centenar de desconocidos provenientes de 40 de las más de 100 plataformas creadas ya ¿qué teníamos en común? La respuesta es tan fácil en realidad: todo lo que importa.

 

Decenas de miles de familias desahuciadas, abocadas a la calle y los bancos con un mercado inmobiliario inimaginable y, qué paradoja ¡vacío! Que el Gobierno oferta ahora a chinos y rusos con la nacionalidad como regalo añadido a una rápida transacción. Eso es ahora España: gente sin casas y casas sin gente, ¿acaso alguien lo entiende?

 

Pero ese balance realizado era mucho más que el de los cuatro años de labor realizada en las PAH por la defensa de los derechos humanos que nuestro gobierno ha obviado sistemáticamente ante los intereses financieros. Tenía como colofón final que este 24 de enero se presentarán las firmas recabadas para la ILP (Iniciativa de Legislación Popular), de la que en realidad se espera haber duplicado con creces las 500.000 necesarias para poder ser tenida en cuenta  ante el Congreso de los Diputados. Será la 67ª ILP que se presente en este país desde 1984 ¿Sabéis cuántas se han aprobado? Ni una sola. Ninguna de las anteriores ha sido aprobada hasta la fecha. Si bien es cierto, sólo 9 de ellas contaban con el número necesario, pero ahí siguen, con telarañas, mientras mucha gente que ha trabajado y ha depositado todas sus esperanzas en la justicia, ve que su vida pende de un hilo. Sin embargo, en esta ocasión, este millón de firmas no son la cifra que realmente importa. La que es unánime es la de este pueblo nuestro al que tú y yo pertenecemos. El 90% de la población está totalmente de acuerdo con las solicitudes que recoge esta ILP:

1. Dación en pago con efectos retroactivos.Se llama dación en pago al hecho de entregar la vivienda a la entidad financiera con la que se tiene la hipoteca a cambio de quedar libre de toda deuda.

2. Paralización de los desahucios. Siempre que se trate de la vivienda habitual y el impago del préstamo hipotecario sea debido a motivos ajenos a la propia voluntad.

 

3. Alquiler Social. El ejecutado tendrá derecho a seguir residiendo en la vivienda pagando un alquiler no superior al 30% de sus ingresos mensuales por un período de 5 años.

 

Una manifestación convocada a nivel nacional el próximo 16 de febrero quiere marcar un antes y un después a esta presentación de ILP. Quiere servir para dar las gracias a todos los que habéis firmado, a todos los que aportáis vuestro granito de arena de muchas maneras distintas, pero también quiere dejar claro al Gobierno que esto no se acaba aquí. Que nunca, de ningún modo aceptaremos un NO por respuesta porque estamos hablando de vidas, porque la vivienda digna es un derecho fundamental y porque ya está bien de que se sangre a millones de personas con subidas de impuestos y recortes mientras las cuentas y las arcas de unos pocos siguen manteniéndose.

 

Por eso es «importante» estar ahí. No sólo quejarse, maldecir, llorar, patalear sino estar. Porque si te fijas, entre las malas noticias verás que estamos teniendo el privilegio de asistir a las demostraciones valientes de policías, cerrajeros o jueces, que se han cansado de aparecer como la mano ejecutora de unos verdugos que se esconden a las sombras y dicen que NO y se suman al grito desesperado de muchos.

Algún día, miraremos hacia atrás con pena y vergüenza estos años y nos costará mucho explicarles a nuestros hijos porqué nuestro Gobierno tardó tanto y lo hizo tan mal, pero también podremos hablarles de los otros, de aquellos que creyeron que sí se quiere, se puede y decirles «yo estuve ahí».

 


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