
«Siempre nos quedará París» nunca se pronunció en «Casablanca». Tampoco «Tócala otra vez, Sam», que sí se dijo en «Sueños de un seductor» de Woody Allen. Sin embargo, muchos de nosotros la hemos incorporado a nuestra memoria colectiva. El rodaje nunca pisó Marruecos pero la demanda de turistas ávidos de hacerse una foto en el Ricks logró que, por supuesto, abrieran uno.