
He tenido a Pi estos días (oootra vez) por casa. Ya sabéis: aceptamos crisis como animal de compañía o como excusa para cruzar el charco, pero de allá para acá, que así vamos a ver teatros y conciertos. Ya la última noche, después de haberse visto rápidamente identificada en el personaje de una pirada de la obra de teatro de turno, me dice de ir a tomar algo. ¡Con el sí tan […]