El karma de las langostas
Soy la moribunda de arriba del banco, la que tiene encima a su hija moribunda. Pobrecita… Bastante tenía ella con ese color de piel translúcido (porque es pelirroja aunque tenga mi pelo) y tener que ir defendiéndola constantemente de los soles tropicales. En este caso: Cuba. Por eso ella no lucía bikini como el resto de jovencitas de su especie, sino siempre camiseta (mía, para que le hiciera de vestido) y gorra […]