A Gabriela la conocí en el 2008. Yo vine a coordinar una agencia de prensa en la calle de la Reina y ella era la artífice de una de las marcas de moda que defendíamos. Después, hubo otros proyectos; me la llevé a Palma intentando que fuera la responsable de unas escenografías y no salió. Estuvimos planeando sacar un libro. Lo aplazamos, oootra vez más, porque aquellos otros proyectos «serios» reclamaban un 200% de mi atención.
Sin embargo, nos vemos y seguimos hablando ese idioma común de la creatividad. Es el lenguaje de la magia.
Qué delicia ir juntas un domingo al Prado, o a una exposición de Renoir, o a un mercadillo en busca de lentejuelas.
Y ahora, poniéndonos al día de nuestros proyectos, yo muestro algún reparo. Porque es que me contacta gente como si fuera «fotógrafo» y zanjo la conversación con un que no, no lo soy en absoluto ¡porque es que yo a los fotógrafos, como a todos los artistas, los respeto muchísimo! Pero me pasa lo mismo cuando me tildan de periodista. O de pintora.
No, no, no ¡A saber «qué soy yo»! Pero es «otra cosa». Y la escucho que habla de mí ¡delante de mí! Y dice que lo que soy es una artista, que uno escucha mis historias, acompañadas de una imagen o no, y siente que tienen color. Ahí le muestro algo que escribió de mi trabajo hace casi una década. Ponía que «Sus historias encierran toda la magia. El mejor modo de explicarlas es decir que están escritas en technicolor». Sonríe encantada al verlo y me pregunta de dónde lo he sacado. Le contesto que siempre estuvo en mi web. Que tengo un capítulo de maravillosas palabras que, antiguos compañeros o clientes, me han dedicado. Me pide emocionada que le haga una foto, ¡que lo publique! Y dudo, pero poco, porque, caray, reconozcamos que también es una forma fantástica de darles las gracias públicamente.
Pacho (también en uno de los textos) me decía: «Nunca estés con alguien que te diga: ‘Qué bien escribes’, sino con quien te diga: ‘¡Escribe’!» Y lo tengo grabado a fuego.
Dicen que tu éxito es la media del éxito de las 5 personas de tu círculo más cercano. ¡A saber siquiera lo que es «el éxito»…! Pero sí sé que, con quién disfruto más, con quien soy más «yo», es con esa gente que me inspira, que me empuja. Con esos que me meten caña y me dicen: «¡Claro que sí, levanta el culo, saca fotos, pinta, ESCRIBE!»
Y por esas cosas, otra vez… BRINDAMOS
Algunas de estas palabras que unos cuantos clientes y amigos dedicaron a mis historias:
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