abrazo


la montaña rusa, sentirse lejos, familia, otro Post Data
Pues hoy sí (por fin) he llorado. Es que las últimas 24 horas han sido una montaña rusa. Ha muerto «mi primer bebé» y no, en absoluto era mío. Sólo lo había visto una vez, cuando la abuela lo trajo, también llorando. Su corazón latía tan deprisa y, sin embargo, su gesto estaba ya agotado de vivir. Lo acariciaba y era como un pajarito caído de una rama.

La montaña rusa