Pues hoy sí (por fin) he llorado.
Es que las últimas 24 horas han sido una montaña rusa.
Ha muerto «mi primer bebé» y no, en absoluto era mío. Sólo lo había visto una vez, cuando la abuela lo trajo, también llorando. Su corazón latía tan deprisa y, sin embargo, su gesto estaba ya agotado de vivir. Lo acariciaba y era como un pajarito caído de una rama.
Quedó inmediatamente ingresado y, sin embargo, ya dijeron que no sobreviviría. La abuela, mientras, seguía aquí, cuidando otra nieta, llorando.
En realidad, murió y, en esta inevitable comparativa, también en este caso, en España habría muerto y, sin embargo, sí, sí, claro que sí, nacer en India es un claro factor de riesgo.
Además, en España también «han pasado cosas» y sé que mi madre me sentirá (otra vez) lejos. ¿Cómo me dijo ella una vez? «De tan buena como eres con otros, eres mala con los tuyos» y yo os diría que no, que no, que eso es físicamente imposible… pero sería sólo enfrentar mi verdad a la suya y hoy, me consta, estamos las dos agotadas para enfrentamientos y mucho más faltas de un abrazo.
Así que, desde aquí, llamadlo «India», «otro Post Data», llamadlo mejor «mi corazón»… la abrazo.
Os juro, te juro, mamá, que te abrazo y ya de paso, porque quiero que me entiendas, te muestro algunas de las razones por las que estoy «en otros sitios», que no lejos. No, claro que no. Yo nunca jamás estoy ni estaré lejos.
Y encima, cuando ando de puntillas para mantener el tipo va y una niña, estupenda, preciosa viene y me pregunta si no voy a darle clase y le contesto que no, que tengo trabajo y que hoy les da clase Luis. Me pregunta que por qué no voy yo también y le bromeo con que Luis es, por lo menos, cien veces mejor profesor que yo. Me responde que sí, pero que yo también y se despide y empieza a marcharse, pero vuelve y me dice: «Profesor, today you muy guapa.» Y esto… es mucho más de lo que puede aguantar un cuerpo.
¿Y todo esto… qué es? Pues que todo todo va a salir muy bien. Os lo prometo.