
Alguna vez, como ahora, hago el amago de convertir la foto en blanco y negro. Ya sabéis quienes me seguís que, en realidad, me gusta mucho el blanco y negro. No sé muy bien si me lo pide la foto, si me lo pide el cuerpo o una simbiosis entre ambos. ¡Y hay TANTO GRIS en estas escenas! que lo hago, pero enseguida rectifico. Queda en un amago. Y después, siempre, siempre… […]