
Yo le amaba cada vez que inhalaba aire; le amaba cada vez que exhalaba e incluso cuando sumergida debajo del agua, no hacía ni lo uno ni lo otro. No fue falta de amor. No. El primer aviso llegó sin que nos diéramos cuenta. Hace mucho, mucho tiempo, cuando paseábamos de la mano románticamente por el malecón de un lejano país. Caía la tarde y la luz se iba haciendo […]