
La primera vez que lo vi, no fue directamente. El jaleo de niños corriendo a mi alrededor pidiendo fotos no me lo permitía. Lo descubrí, precisamente, desde el objetivo. Cuando les enseñaba a otros renacuajos las fotos recién salidas del horno de mi cámara, le vi de fondo, gritando (sin emitir ruido alguno) que él también quería eso que fuera que andaba haciendo y que parecía tan divertido. Así que me […]