
Participo, como cualquier mortal 2.0, en dispares grupos de WhatsApp: familia por este lado, familia por este otro, comunidad de vecinos, amigos con nexos (y nombres de grupo) de lo más pintorescos, compañeros y hasta ex compañeros de trabajos… Creo que, viendo el panorama, solo he llegado tarde (QUÉ SUERTE) a los grupos de padres y madres de alumnos que, a juzgar por los de mis amigas, DAN MUCHO MIEDO. La cuestión […]