
Cuando tenía 13 años, coincidí un breve espacio de tiempo con una nueva compañera de instituto. En aquel mundo de ibicencos, ella era hija de unos «extranjeros» y además, hippies. Todo un personaje… Venía a Ibiza sólo algunos meses porque el resto estaban viajando. Fue ella la primera persona en el mundo que me hablara de India, donde pasaban varios meses al año y yo, la escuchaba totalmente alucinada.