
Estaba el otro día con un amigo arreglando el mundo entre vinos en la terraza de un bar, bajo el sol de Madrid. Tengo que decir que he observado que, a ambos, el mundo de puertas afuera nos interesa bastante menos que el interior: nuestros sentimientos y sensaciones y los de quienes nos rodean. Y tras dar un amplio repaso a fulanito y menganita y cualquier otro protagonista de las «noticias […]