
Por las mañanas, los taxistas en Southampton son británicos. En cambio al caer la noche, son británicos también, pero hindis. No les guardo ningún rencor, pero por culpa de sus compatriotas olvidé bastante el idioma y cada vez que me encuentro frente a frente con uno y me habla con esos ojos de incredulidad, no importa que lleve 50 años en Europa, sé que aunque diga que sí (que no es nuestro […]