
Hace muy poco, Los Gandules saludaban a su público en Galileo informándonos de que éramos «los pobres de Madrid». Aquí solo quedábamos los que no teníamos una triste casa en la Sierra y los que ni siquiera habíamos podido irnos a la playa. Unos desgraciados Los Gandules. Nosotros, «los pobres», supongo que aún más.