
Apreciado maltratador, mátate tú. ¡No, por Dios! No me malinterpretes. No es que quiera que mueras. Lo que querría, de corazón, es que te cures. Porque sí, la rabia es una enfermedad de la que uno puede salir. Lo que quiero es que vayas a terapia, que escarbes en las raíces de lo que te provoca esa inseguridad, esa frustración, esos celos; esa necesidad de controlar todo de ella, ese miedo a […]