Nada, que no hay manera… que os juro que intento ir por ahí con un objetivo claro. Me levanto por la mañana y digo: «hoy voy a investigar tal cosa, a escribir sobre tal otra» y me pongo manos a la obra, cargando mi ordenador, mi cuaderno, mi cámara… y siempre aparece algún niño (¡o muchos!) que se me acercan aún con más curiosidad de la que yo siento por ellos y les lanzo un «¡Buh!» y ya nos liamos a jugar un rato y dejamos (como tiene que ser) el trabajo para más tarde…
Entradas relacionadas: