
Cuba me persigue. Anoche quedé en un lugar que no conocía: Warehouse, y a pesar de las dimensiones y de que me dijeron que estaba todo completamente reservado, el camarero que me atendió fue amable en extremo. «Eres cubano» le dije enseguida (porque viajando desarrollas el oído a las lenguas vernáculas que pudieran parecer «el español»). Asintió mientras me servía un vino y mi cabeza pensante me transportó a Berlín. Por trabajo […]