Vos sos de letras


Vos sos de letras, otro Post Data

Me escribe Gabriela que está en Sol y que si puede quedarse a dormir. Le contesto que por supuesto, sí, pero que vamos a dormir sin sábanas. En esta nueva vida minimalista mía (la de los 40 metros en el centro de Madrid, ¿recordáis?) pues las lavo por la mañana y por la tarde ya están listas (algo IMPENSABLE en la humedad mallorquina), pero están reformando la fachada y tengo un horario imposible, bla bla bla y yo que llevaba todo el día trabajando en una página a la que aún no le asomaba el final en el horizonte, saco la facilona que llevo dentro y quedamos, como siempre, en 10 minutos en el Mc Donalds de Gran Vía. Jamás entramos, pero es el punto equidistante entre su parada de metro, Sol y mi casa.

Nos vamos al Café de la Luz, a brindar por tantos proyectos que pronto verán la susodicha (¡Uf, qué 2018, qué 2018…!) Y me saca un regalo.

-¿Otro regalo?

Le grito yo, porque la última vez llegó con una camiseta llena de letras: «Vos sos de letras» me razonó ella. Y ahora solo se impacienta, que lo abra, que lo abra.

-¡Sábanas! -Grito aún más yo, mientras la abrazo y sigo- Sabes perfectamente que no tenía 2 sábanas porque no quería 2 sábanas (tela conmigo).

Y me contesta con la sonrisa más grande del mundo:

-¡Pero es que tienen letras, vos sos de letras!

Nos vamos a cenar al Public y le cuento, como a todo el que llevo allí (que es ya mucha, mucha gente) que es Desengaño 21, la supuesta dirección que acogía el edificio de «Aquí no hay quien viva».

Y como no se nos acaban las risas e historias, acabamos en el Beer donde queda hipnotizada viendo un combate de boxeo. Se enamora del vencedor, me hace ver la repetición de un K.O. varias veces mientras me dice que es un deporte de caballeros, que solo se pegan de cintura para arriba y yo, viajo hasta Mallorca, años ha, a Agus, un amigo que quiero infinito y boxeaba. Mi hijo quiso boxear y mi ex (pobre, cuánto le saco a colación últimamente) se oponía en rotundo y yo, porque respetaba a Agus, por supuesto respeté el boxeo. Mi hijo dejó el boxeo en la segunda clase y yo, pienso en cuánto hará que Agus y yo no nos vemos ¿2 años?

Y esta mañana amanezco con Gabriela entre unas sábanas llenas de letras, cuando llegan otras PRECIOSAS de Agus, para decirme que viene mañana y, sobre todo… Que me quiere mucho.


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Acerca de Pilar Ruiz Costa

Me dedico a la Comunicación y a los eventos desde hace muchos, muchos años. Contadora de historias con todas las herramientas que la tecnología pone a mi alcance.

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