Pues una cosa llevó a la otra y cuando un grupo de cineastas se cruzaron con uno de mis amigos y lo vieron, así, tan alto, tan guapo y tan… A ver cómo digo esto… ¡tan blanquito! Rápidamente le ofrecieron participar en una serie de televisión india.
En realidad le pidieron si no conocería a cinco más que reunieran sus mismas cualidades (que os recuerdo: ser blanquitos) porque tenían que escenificar una batalla del ejército griego liderado por Alejandro Magno (aquí conocido como Alexander the Great) y les iba a quedar la escena algo pobre si peleaban indios solos.
Y así, dicho y hecho, como Alexander the Great conquistara en su día el reino de Paura tras vencer aquella batalla del Hidaspes, un especialista en marketing, un profesor universitario y un ingeniero de minas (españoles), conquistan la Meca del cine (hindi) y armados con lanzas y escudos y, sin ningún tipo de rigor histórico, se dedican a grabar tomas en las que huyen y huyen como cobardes y lo hacen, además, a pie y no en caballo o elefante, que los elefantes (como habéis visto en un post anterior) los tenía yo ocupados en otros lares.
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