De vez en cuando la vida te dice: «Para»

2 febrero, 2019

Tuve un accidente de coche en el 2008. Ya sabéis, de vez en cuando la vida te dice: «Para».

Y a pesar de los 4 meses de rehabilitación diaria, un señor muy formal me diagnóstico cervicalgia y dorsalgia crónica junto a una lista de recomendaciones para mi nueva vida, pero yo ya no estaba del otro lado de la mesa de la consulta. Había desconectado en cuanto escuché, como un click, la palabra «crónica».

Le interrumpí con un: «No» y ya seguí con un «Que no. No me da la gana. Yo quiero viajar, voy a volver a India, cruzaré el desierto, voy a cargar una mochila».

Aquel buen hombre sacudía la cabeza en lo que parecía querer decir que ya me daría yo cuenta de que no puedo…

La misma vida que me paró me condujo después a hacer Chi Kung, y Shiatsu y donde realmente me sentí sanar en minutos, aunque después, confiada, volvía a trabajar a ritmos inhumanos y la vida me paraba de nuevo, que era Watsu.

Aquí estamos compartiendo la experiencia con Ismael, recién llegado al mundo. Ya traje a su madre cuando él vivía dentro y la vi llorar de emoción diciendo que «Le había sentido, le había visto y era bueno». ¡Por supuesto que era bueno…! Miradle observándome totalmente relajado que dan ganas de comérselo a besos.

Ahora que es si cabe, todavía más bueno, dice que de mayor va a ser youtuber (los tiempos que cambian que es una barbaridad). ¡Atentos, porque tendrá el primer canal especializado en dinosaurios y vídeo juegos! Por eso, en su último cumpleaños le regalé una GoPro y en mi última visita, una lámpara que es una bola del mundo «por si le llamo algún día y le digo que venga a buscarme» y jugaba a buscar, a mi lado en el sofá, los lugares en los que he estado y luego, en los que voy a estar.