La capilla del aeropuerto


la capilla del aeropuerto, otro Post Data

Me ha llamado una amiga para despedirme, para desearme un buen viaje. Me ha llamado una amiga porque me quiere.

La cuestión es que me ha preguntado si ya estaba en el aeropuerto y le he dicho que sí, que concretamente estaba en la capilla del aeropuerto.

Se ha sorprendido y no y me ha dicho que nunca había entrado a una. Le he contado (y os cuento ahora a vosotros) que yo sí, cada vez que encuentro una en el camino. No la busco jamás, no recuerdo que existen, pero cada vez que veo el cartel, entro.

Lo primero que le he contado es que nunca hay nadie. Le he hablado de las diferencias por países y como muchas son simples salas «neutras», pero en Abu Dhabi, por ejemplo, se dividen en espacios separados para hombres y mujeres. En primer lugar hay una sala para lavarte los pies, con agua y jabón, después esta simple alfombra frente a una Mihrab (aquí pintada) indicando dónde está la quibla, La Meca.

la capilla del aeropuerto, otro Post Data

Le he hablado de que esta capilla del Madrid Barajas no da lugar a dudas: es católica.

Me gusta el silencio. Me gustan los lugares donde la gente va, voluntariamente y reza. Yo normalmente me siento, miro todo alrededor y cuando las historias se han detenido en mi cabeza, doy las gracias. Los motivos de agradecimiento salen como ristras: por las llamadas de aeropuertos, por toda la gente que quiero, por estar ahí, en ese lugar, de camino a otro…

Rezar etimológicamente viene de recitar e implica dar las gracias (qué importante me parece recordarlo) y ya después, pedir (que aquí también vale para hacer una lista para nosotros de las cosas que de verdad queremos), o también para detenerte a mostrar devoción, respeto, AMOR.

Son cosas, como veis, que podemos hacer haya delante una Mihrab, una Virgen de los Remedios, una figura de Shiva o un póster de Los Beatles. También podemos hacerlo simplemente a solas.

Hoy, de todas formas, quizá porque estaba sola; seguro que porque estaba sola… Lo he hecho en voz alta.

Y como estaría muy feo hacerlo solo a vuestras espaldas, lo hago también de frente. Doy gracias porque, por ahí, andan locos, pirados e insensatos que me leen: GRACIAS.


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Acerca de Pilar Ruiz Costa

Me dedico a la Comunicación y a los eventos desde hace muchos, muchos años. Contadora de historias con todas las herramientas que la tecnología pone a mi alcance.

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