Me gusta pasear por Madrid. Me encanta, me encanta mi barrio.
Mi madre, en la distancia, imagina como todos, prisas, tráfico y gente tropezando una con otra mientras camina sin mirar por las aceras. Yo le digo que eso se acaba en la Gran Vía, pero a un paso, Malasaña, Chueca… tienen mucho de pueblo.
Así, 3 abuelos sentados en sus propias sillas en la plaza de Chueca, junto a una colorida estatua, se hablan sin hablar.
Están en silencio y uno, cualquiera, dice:
-Pues ya se ha acabado San Isidro.
Pasa un rato y otro, cualquiera, contesta:
-Si es que el tiempo vuela. Vuela.
Sigue pasando el tiempo y otro, espero que el tercero, comenta:
-¿Y esto que nos han puesto, qué? Si es que ya no saben qué poner.
Y yo les daría la razón. A todos, pero prefiero fotografiaros «esto»: Las Meninas mirando a Chueca.
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