Aún llegan postales


Pi me escribe para decirme que, por fin, le ha llegado una postal de India. Creo que la envíe a principios de marzo.

Curiosamente, a ellas (Pi y su montón de hijas), aún les falta por llegar una de San Francisco. Aquella en que les enviaba dinero a esas mujeres.

aún llegan postales, Pilar Ruiz Costa, otro Post Data, , Jusdado Ruiz Capillas

 

Lo malo en estos casos, no es cuando no te llega, sino cuando le llega a todos tus vecinos y a ti no y te sueltan un: «confiesa, te has olvidado de mí».

Por supuesto, bromeo. Quienes quiero dudarán alguna vez de si me habrán vuelto a detener, vuelto a atacar, si habré vuelto a enfermar, o en qué líos andaré metida… pero son muchos años/viajes ya, como para saber que, hable o calle, escriba o no, me acuerdo de quienes quiero. Quienes quiero viajan conmigo.

Y sí, mando postales. O cartas. Incluso a veces, cuando estoy en casa y a los de casa… Pero sobre todo, en los viajes.

Y toda esta generación-whatsapp me manda una foto de felicidad con su postal, por fin, sobre la mesa. Las coleccionan. Los más mayores las exhiben con orgullo junto a periódicos en los que aparezco haciendo alguna locura. Cuánto les quiero…

Incluso cuando uno de mis muchos hijos estuvo enfadadísimo conmigo una temporada (que es algo muy sano si se gestiona bien), se deshizo de mil cosas, pero jamás de ese cajón de cartas, o de los dibujos, de los cuadros que les he hecho. Cuánto, cuánto les quiero…

Me acuerdo, con la postal de Pi, de que no llegaron las cartas de Bali. Por primera vez, ninguna (o sea, que Indonesia es un gran país, «pero no tanto»). A Carlos, que se acababa de venir de vuelta a España, le contagié y me dejó postales para enviar a Javi y a Eva y a los compañeros del Registro.

No lo sabe (o seguro que sí), pero yo también le había escrito a él. Le contaba cosas de aquellos días que nunca le he dicho en persona. ¡Cuánto le quería sí! Eso lo decíamos (porque era importante) todos los días. Puntualmente a las 12 de cada día sonaba el teléfono y su voz me decía: «Te anuncio que te quiero». Un ritual que encaja perfectamente con el mío de escribirle ¿a que sí?

En fin ¡que estamos todos locos! que todo puede pasar todavía… Lo sé, porque aún llegan postales.


Entradas relacionadas:

 


 

Acerca de Pilar Ruiz Costa

Me dedico a la Comunicación y a los eventos desde hace muchos, muchos años. Contadora de historias con todas las herramientas que la tecnología pone a mi alcance.

otro Post Data, el blog de Pilar Ruiz Costa


Antes de suscribirte es importante que conozcas nuestra POLÍTICA DE PRIVACIDAD

Deja un comentario

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *

La moderación de comentarios está activada. Su comentario podría tardar cierto tiempo en aparecer.