Ubud probablemente sea el corazón de Bali y no me refiero a su ubicación, en el centro de la isla, sino a la gran espiritualidad y creatividad que cala generosamente a cualquiera que lo visita.
Ubud probablemente sea el corazón de Bali y no me refiero a su ubicación, en el centro de la isla, sino a la gran espiritualidad y creatividad que cala generosamente a cualquiera que lo visita.Cuenta la historia que Rsi Markedya, un sacerdote hinduista venido de la isla de Java, meditaba en la confluencia de dos ríos en Campuham cuando descubrió el Templo de Ganung Lebah. El lugar es conocido por los balineses como un centro de poderes espirituales y como destino de peregrinación.
Quizá sea esa la explicación a la riqueza natural del lugar: desde los inmensos campos de arroz a la reserva natural (y sagrada) de Monkey Forrest (o «Bosque de los Monos»), pero también para que el pueblo sea una famosa fuente de hierbas y plantas medicinales.
De hecho, etimológicamente, Ubud debe su nombre a ‘ubad’, que significa «medicina» en balinés (que no, no es lo mismo que indonesio).
Quizá la materia prima de esta medicina sea la misma para que Ubud haya sido el lugar elegido por infinidad de artistas del mundo entero que han decidido pasar un tiempo, o incluso, asentarse entre sus mínimas callejuelas.
Así, además de sus 30.000 residentes «oficiales», Ubud es un trasiego constante de turistas repartidos entre templos y retiros, lugares de sanación, centros de yoga y meditación y galerías de arte entre una naturaleza desbordante.
Y, como veis, es de esos lugares en que una foto cuadrada no basta. Uno saca la cámara y gira y gira tratando en vano de que una panorámica haga justicia al lugar y no, no, no… De verdad que no lo consigo.
Acerca de Pilar Ruiz Costa
Acerca de Pilar Ruiz CostaMe dedico a la Comunicación y a los eventos desde hace muchos, muchos años. Contadora de historias con todas las herramientas que la tecnología pone a mi alcance.
