Sé que me hago algo pesada con el verbo. La de cosas que «me encantan». Pero vale, así soy, desnuda y plasta y me encanta, en mis viajes, descubrir esos sitios del día a día.
Me gustan los lugares de oración donde la gente se junta y comparte (no nos perdamos en excepciones, en aplastante mayoría, muchas cosas buenas).
Me encantan los cementerios (o similares) porque la muerte en un lugar, te da mucha información sobre la vida del mismo.
Me encantan las casas «de pueblo», donde la gente te abre las puertas y comparte contigo exactamente lo que hubiera comido ese día con su familia, pero repartido en otro plato.
Y me encantan, me encantan los mercados porque dan tanta información sobre lo que comen y cómo lo comen… Qué sé yo porqué, pero me encantan, me encantan los mercados.
Aquí, un día que no paraba de llover, un mercado en Hong Kong. Como veis, una maravilla.
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