En el número 100 de la calle Galileo está la emblemática sala que hace inolvidable la calle madrileña: Galileo Galilei. ¿Quién no ha pasado por aquí? ¿Quién no ha soñado con subir a este escenario?
Pero, quiero moverme un poco a la derecha. Algo menos conocido, el Destellos ¡esto que os traigo esa información casi confidencial!
Un local detenido en el tiempo (y no sabría deciros exactamente en cuál) maravillosamente regentado por Víctor y que acoge desde tiempos memorables a LOS GRANDES después de cada concierto.
Aquí, compartes barra con los artistas y sus bandas, cuando ya «todo ha terminado» y hablas, POR FIN, de lo que es importante.
Uno de esos sitios en que enseguida, te reconocen, te ponen falta, te hacen en casa y traigas a quien traigas siempre es bienvenido y luego, ya a solas, te preguntan por «tu chico» y les dices que está muy bien, y te piden perdón y les adviertes que no dejen de preguntarte por él (por él y por ti) EN LA VIDA.
En fin, que os recomiendo mucho «lo uno», y muchísimo «lo otro» y que hoy ha ganado el Madrid, OTRA VEZ, sea lo que sea y me alegro un montón (aunque no me entere) y mientras, planeamos, el siguiente concierto. Qué suerte, qué suerte…
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